Totalmente arrepentido por el accidente que casi le cobró la vida a la dulce Violetita, el hijo del patrón de la Querencia, Luis Emilio Echenique, decidió tomar las riendas de su vida y proponerle matrimonio a la descendiente de Buenaventura.
Después que la joven despertó luego del derrumbe en la cueva, Luis Emilio le dijo a su amada que la vida les había dado otra oportunidad y ahora debían estar juntos sin importarles nada.
Esta romántica determinación de cuento de hada no fue del total agrado de Jose Luis, quien después de escuchar los deseos de su descendiente enloqueció y le dijo que no era posible que se casara con una “china”.
Pero esto no logró amedrentar al joven e incluso fue capaz de decirle al temido patrón que si no lo dejaban estar con Violetita estaba dispuesto a perder el apellido. “Desde este momento no eres más mi hijo”, aseguró el patrón al tiempo que lo fue a dejar a la casa de Buenaventura para que se acostumbrara a ser un peón más de la Querencia.
Pero el mayor de los Echenique no se dio por vencido, pues al ver que su hijo realmente estaba seguro de la determinación tomada, decidió ir a la pieza de Violetita para obligarla que le dijera a su eterno enamorado que ella no lo quería y que sólo había estado con él porque era hijo del patrón.
Y como si esto fuese poco intentó abusar de ella. Pero la alegría no le duró mucho, pues su enamorado llegó a la habitación como un verdadero príncipe decidido a salvar a su novia. Desesperado al ver el nuevo arrebato con la propia arma del patrón, decidió enfrentar a su padre para que se alejara de su futura esposa.
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